viernes, 30 de octubre de 2009

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¡Ponerse en guardia contra quienes dan mucho valor a que se confíe en su tacto y sutileza morales en materia de distinciones morales! Jamás nos perdonan el haberse equivocado alguna vez en presencia nuestra (y, no digamos, a propósito de nosotros), -inevitablemente se convierten en nuestros calumniadores y detractores instintivos, aun cuando continúen siendo «amigos» nuestros-.
Bienaventurados los olvidadizos: pues «digerirán» incluso sus estupideces.

F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal.

martes, 27 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

Oktubre

De regreso a Octubre,
Desde Octubre,
Si un estandarte de mi parte,
Te prefiero igual,

XI

Se adelantaba lentamente, bajo un sol perpendicular a la tierra: su cuerpo sin sombra tenía la dura fragilidad de una rama, no sé yo qué fuerza combativa en su levedad ni qué terrible audacia en su decoro. Llevaba un traje celeste que la envolvía como un pedazo de bruma; pero el jardín, la luz, el aire, todo el trabajo de la tierra y del cielo se concertaban allí para vestirla, tan pavorosa era, sin embargo, su desnudez. Vuelto su rostro al sol, mostraba las dos violetas de sus ojos y el arco leve de su sonrisa; en torno de sus cabellos trazaba círculos una abeja zumbante. Al andar, sus pies menudos hacían crujir arenas de oro, conchas marinas y corazas azules de escarabajos; y su llegada me parecía interminable, como si Aquélla vienese de muy lejos, a través de cien días y cien noches.

El Cuaderno de Tapas Azules,
Adan Buenosayres
.
Leopoldo Marechal

viernes, 16 de octubre de 2009

Basta cheeee

"Basta che, y sí, dijo eso, y no se arrepiente porque obviamente no se va a arrepentir, es como dice Diego, al final parece que lo que querían es no ir al mundial... Piensen lo siguiente, si le preguntan a Charly Garcia si se arrepiente de haberse tirado del noveno piso, que les va adecir? que nooo... porque se salvó. Lo mismo Maradona, queridos, aprendan, GANO y estamos en el mundial, y ahora hablen de otra cosa, que el que le pide al Diego buenos modales o 1) no lo conoce, o 2) se cree que fue a un colegio inglés."


Diario Crítica, comentario a la nota: Sigan mamando: "No pienso volver atrás y no tengo que pedir disculpas"

domingo, 4 de octubre de 2009

Cita Sin (Su) Autor.

"el admite
un amor tan absoluto
por la soledad
que sus silencios son
leyenda"

Rosarium philosophorum


Der grüne Löwe, der Sol verschlingt

***

Emblema XVIII. Lo otro de sí se convierte en sí mismo: el alquimista ha conseguido la Iluminación. El león devora el Sol. La sangre cae sobre la tierra.

sábado, 3 de octubre de 2009

Libro de Manuel

–Pero tú la quieres a ella, Andrés. Yo soy tu contragolpe, lo que te devuelve por un rato a ella. No es un reproche, te quiero, lo sabes, te guardo como eres, en tu mundo, desde el otro lado donde no conozco nada, no conozco a nadie, a ninguno de tus amigos, la vida que haces con ellos, los sudamericanos que solamente encuentros en las novelas y en el cine.

–No es solamente culpa mía –le dije hoscamente–, toda esa tribu incluye a Ludmilla y ustedes dos han decretado que no pueden y no deben encontrarse por nunca jamás.

–Me pregunto cómo podríamos encontrarnos, qué bases podría tener una relación con lo que nos rodea, este mundo. Tú vas y vienes, como yo podría ir y venir si tuviese otro amigo; una vez, hace ya tanto, pensé vagamente que era posible, pero todo se quedó en eso, vagamente. Tú no nos quieres de veras, Andrés, es la única explicación posible, perdóname, ya sé que te asquea la psicología amorosa y todo eso, a ti te asquea todo lo que no te conviene en el fondo, perdóname otra vez.

–No es eso lo que me asquea, sino lo que hay detrás, la resistencia absurda de un mundo resquebrajado que sigue defendiendo rabiosamente sus formas más caducas. Querer, no querer, fórmulas. Yo he sido tan feliz con Ludmilla, era perfectamente feliz con ella cuando te encontré y vi que eras otro pliegue de la felicidad, otra manera de ser feliz sin renunciar a lo que estaba viviendo; y te lo dije en seguida, y tú me dejaste venir aquí sin condiciones, aceptando.

–Siempre se acepta –dijo Francine– el tiempo es largo y una se dice que. Tal vez. Acaso un día. Porque el amor.

–La deducción es la misma, claro: ustedes dos son las que quieren de veras, mientras que yo, etcétera. Mirá, todo se me ha hecho trizas con Ludmilla, lo sabés, porque tampoco ella ha aceptado, porque no sirvió de nada ser honesto, ya lo sé, a mi manera, ser honesto es para mí que ella y vos sepan que hay vos y ella, eso es todo, pero no anduvo, no andará jamás, vivimos un tiempo en que todo está saltando por el aire y sin embargo ya ves, esos esquemas siguen fijos en gentes como nosotros, ya te das cuenta de que hablo de los pequeñoburgueses o de los obreros, la gente nucleada y familiada y casada y chimeneada y proleada, ah mierda, mierda.

–Y tú –dijo Francine que casi se divertía– juegas a U Thant entre Ludmilla y yo, el conciliador, la abeja entre dos flores, algo así; me gustaría verte tomando café con las dos al mismo tiempo, o llevándonos al cine del brazo. Ah, me sacas de mis casillas.

–Ojalá mi amor, ojalá.

Julio Cortázar.

Sombras del asesino del rock

El rock
ha muerto.

Lo apuñaló
el más feo
de todos
los hombres:

una mujer.