martes, 20 de abril de 2010

Guarde seu conselho

Se ela não gosta de mim, o que é que voce tem com isso
Se ela não presta é ruim, gostar dela é o meu compromisso
Guarde o seu conselho, professor
O amor é forte não tem idade não tem cor

Se ela não gosta de mim, o que é que voce tem com isso
Se ela não presta é ruim, gostar dela é o meu compromisso
Guarde o seu conselho, professor
O amor é forte não tem idade não tem cor

Deixe que ela me trate com desdenho
Deixe que ela me trate com heronia
Eu gosto dela professor me sinto bem
Se ela fosse o seu amor o que é que voce faria

Caetano Veloso.

lunes, 12 de abril de 2010

Duelo

Ayer mataron a un estudiante de filosofía. Tenía 27 años. Su nombre, Rodrigo Ezcurra. Lo conocí por su gentileza y curiosidad, más que por una excusa formal o institucional, que las había, aunque las omitimos. En vez de preguntarme directamente por Spinoza desde su afinidad leibniziana, me preguntó si yo había salido con determinada señorita. Hablamos de Deleuze alguna tarde bajo el árbol de Puán, con una cerveza que me ofreció y un porro que le ofrecí. Hicimos un viaje juntos a un congreso de filosofía en Mendoza, y allí notó, en mis modos reservados, que gustaba de ser precavido para las ocasiones oportunas que vendrán.
Un gran observador, un simpático inquieto, errante como perdido, dulce como tímido, diseminado en búsquedas como todo apasionado que no encuentra sus raíces.
Hasta hace una hora no quise creer que se trataba de él, desconocía su apellido; apenas si lo descubrí en los plácidos momentos que nos logramos ofrecer.
No puedo evitar rendirle mi homenaje a este anónimo que supo ser mejor compañero, aún ausente, que tantos maniquíes que apoyan su culo en un salón más de esa fábrica de fósforos.

domingo, 11 de abril de 2010

La Jardinera

Para olvidarme de ti
voy a cultivar la tierra,
en ella espero encontrar
remedio para mis penas.

Aquí plantaré el rosal
de las espinas más gruesas,
tendré lista la corona
para cuando en mi te mueras.

Para mi tristeza violeta azul,
clavelina roja pa mi pasión
y para saber si me correspondes
deshojo un blanco manzanillón.
Si me quierés mucho, poquito, nada,
tranquilo queda mi corazón.

Creciendo irán poco a poco
los alegres pensamientos
cuando ya estén florecidos
irá lejos tu recuerdo.

De la flor de la amapola
seré su mejor amiga,
la pondré bajo la almohada
para dormirme tranquila.

Cogollo de toronjil,
cuando me aumentan las penas
las flores de mi jardín
han de ser mis enfermeras.

Y si acaso yo me ausento
antes que tú te arrepientas
heredarás estas flores,
ven a curarte con ellas

Violeta Parra

jueves, 8 de abril de 2010

La flor musical

jueves, 1 de abril de 2010

Los eunucos en China

"Según investigaciones y estudios realizados por europeos en los siglos XIX y XX, el barbero primero envolvía desde su base al pene y los testículos conjuntamente en una venda común que ajustaba fuertemente, lo que producía dolor y proporcionaba la forma de una especie de embutido. A continuación iba retorciendo hacia un lado el paquete así formado, tomaba un cuchillo curvo y lo alzaba a distancia, calculando para un corte fuerte y veloz. Llegados a este punto el barbero preguntaba una vez más si estaban seguros de una decisión que sería irreversible, si el futuro eunuco era mayor de edad, él debía responder por sí mismo, y si era menor entonces la respuesta correspondía a la familia, allí presente. Si la respuesta final era afirmativa, entonces con un solo movimiento cercenaba los genitales. Luego, junto con el inmenso dolor, se producía una abundante hemorragia. El barbero aplicaba baños de sales y aceites para detenerla y luego aplicaba una pequeña cuña de metal, generalmente estaño, en el orificio uretral. Entonces acontecía lo más difícil, el nuevo eunuco debía estar andando despacio sin mayor descanso, y no consumir nada de líquidos por unos días. Al cabo del tiempo, se le retiraba el tabique de metal antes colocado en el orificio uretral, si conseguía orinar, entonces la operación había sido un éxito y ya podía empezar a gestionar un empleo para servir en la Corte del Emperador. En caso contrario, una atroz agonía esperaba al nuevo eunuco antes de su lenta muerte."


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