
viernes, 31 de julio de 2009
jueves, 30 de julio de 2009
Antihoróscopo
martes, 28 de julio de 2009
La muerte y yo (no es el tema del Indio)
Hoy, casualmente, me desperté unas horas antes de lo debido, y miré unos capítulos de la primera temporada de The Sopranos, en especial, el número 12, en el que Tony Soprano delira con personas que no existen (una italiana ideal como encantadora), y con su mujer, regañándole por estar abandonado en la cama como un vago adolescente, temoroso ante el porvenir. Ahí, donde la fiaca vuelve costoso el levantarse, alzó su cuerpo y se dirigió a la calle, donde caminaba ido de sí, cuando apenas reproducía unos movimientos para comprar un diario y un jugo, dos negros aparecen y forcejean con él, haciéndole expreso que su muerte estaba sentenciada. Sin ganas de vivir, y no obstante, dando todo su esfuerzo por sobrevivir, su cuerpo luchaba con toda fuerza, no dejando un milimetro más de posibilidad al destino que lleva bajo tierra. En la camilla, en el hospital, era encantador verlo recuperar el ánimo. Aunque probablemente se trata de un alivio circunstancial, que con unas cuantas semanas de erosión, se hace a un lado y el desánimo retorna. Nada cambia si aquello que debe ser modificado, sigue igual. Pero nunca se sabe muy bien qué es lo que se debe cambiar. La muerte, sigue siendo un ultimátum.
Y todas las que acaecen, siguen siendo sólo noticias ajenas.
sábado, 25 de julio de 2009
jueves, 23 de julio de 2009
miércoles, 22 de julio de 2009
lunes, 20 de julio de 2009
Al momento
es estar con alguien;
no con alguna [persona] cualquiera,
tampoco con alguien personal.
una que guste de que los ojos
no instiguen el encuentro
que siempre tienta a surgir.
quien mira
inocente.
y se sonríe.
sábado, 18 de julio de 2009
Intermedio
Esa es la mejor ley de la escritura, la más falsable, la más alentadora.
Escribo para recordármelo, "ponele punto y aparte", así cuando llegue, me olvido.
El silencio no rebalza la calma, y yo sonrío.
sábado, 11 de julio de 2009
¿Qué significan los ideales ascéticos?
Guardémonos de poner en seguida rostros lúgubres al oír la palabra «tortura»: precisamente en este caso es
F. Nietzsche, La genealogía de la moral
viernes, 10 de julio de 2009
domingo, 5 de julio de 2009
Extirpación Nro 12
Con tal que éstas no por perfumadas, os justifiquen un porvenir miserable.
¡Tened orgullo de contemplar sin miramientos, el hundimiento mismo debajo de vuestros pies!
Sin que luego podáis asumir una inercia que, sin gravedad, os permita una eternidad que no os realiza.
¡Tened abundancia de derrochar sollozos cuando se acaba la mamadera, y la patria de la infancia hace tiempo que os quede lejos!
No sea que estéis llorones y os maquilléis las mejillas con pomposa elegancia, o bien, os refugiéis en la circunstancia de estar justificado por pelar una cebolla.
¡Tened valentía de reír sin que eso os impida unas cuantas lágrimas!
Sabiendo que vuestro mundo reúne un sinfín de hipócritas impotentes ante el sentido originario de la ambivalencia afectiva, del que no estáis excluídos.
¡Tened burla de odiar a quien no se odia!
Acaso con el fin, llegue el día en que vuestro enemigo sea vuestro mejor amado.
¡Tened locura de amar a quien no os pidió ser amado!
O que vuestra individualidad acobardada se quede con unos pobres fuegos fatuos que no os alimenta la vida y sólo os la consumen por el ciego hábito, vuestro y ajeno.
¡Tened orgullo de morir viviendo!
Que vuestra vida no se realice en una lista de tareas de vuestro prójimo invisible.
¡Tened alegría de vivir muriendo!
Que vuestra muerte no se lleve la porción más miserable de vuestra vida.
viernes, 3 de julio de 2009
El último respiro del salmón
El salmón en cambio, reconoce su edipo, el salmón asume su destino en su tragedia, porque somos nosotros, quienes hablamos, los que decimos que el salmón retorna al origen. Él simplemente marcha, contra el curso del río, hacia algún sitio. Pero a todos nos asusta un movimiento que parece atentar contra el inicio de una historia.
No, queridos humanos, no es un segundo comienzo, no se trata de una repetición de la vida, tampoco se trata de morir en el origen, como algunos creen. De lo que se trata es de encontrar un paraje tan distinto, tan diferente y extraño, como familiar nos pueda resultar.
Por eso el hombre se consuela con las millas, con un pasaporte, con un vuelo. Pero la figura romántica del viajero, se olvidan estos inocentes, ha quedado catapultada en el siglo xix. Es verdad, tampoco hay droga o anestesia alguna que concilie la extravagancia de la vivencia con la rutina, eso también es mediocre.
La vida honesta es aquella que viaja sin un artificio como medio.
Yo mismo aquí, soy un piloto en su navio.
La vida honesta es un destino que nos queda lejos.