viernes, 31 de julio de 2009

jueves, 30 de julio de 2009

Antihoróscopo

Capriconio

Las personas más influyentes en su vida son dos. Una de ellas influye sobre usted de manera positiva, y la otra negativamente. Estudie su situación detenidamente y defina cuál de las dos debe orientar principalmente su atención. La respuesta obvia quizá lleve a situarse junto a la persona positiva, pero usted no debe contentarse con una decisión superficial. Tal vez, si reflexiona lo suficiente, termine usted por vincularse de modo firme y definitivo con quien hará de su vida un infierno.

Leo Maslíah, Horoscopos y otras sentencias.

martes, 28 de julio de 2009

La muerte y yo (no es el tema del Indio)

En menos de una semana, la oz de la parca cosechó tres muertes en tres personas ubicadas geográficamente próximas a mi hogar. Eran vecinos, tan presentes como indiferentes, como árboles que una vez desmantelados de su sitio, se advierte una extrañeza en el paisaje y no se sabe cuál. Pero con este día de invierno, en el que el sol apenas se lo distingue como una borra blanca en medio del cielo ahogado de nubes grises, a mí -aunque así no lo quiera- me resultó ajeno. Lo ocurrido me afecta tanto como un noticiero: a nadie le conmueve ver en la pantalla cadáveres, sangre, discursos llenos de pánico y rebozantes de paranoia, en fin, cualquier alusión a una muerte diaria por día, ya violenta o serena. Estamos desbordados de muertes ajenas, que al concebir la muerte, ya casi se trata de una película de tiros; la muerte no es más que una excusa.
Hoy, casualmente, me desperté unas horas antes de lo debido, y miré unos capítulos de la primera temporada de The Sopranos, en especial, el número 12, en el que Tony Soprano delira con personas que no existen (una italiana ideal como encantadora), y con su mujer, regañándole por estar abandonado en la cama como un vago adolescente, temoroso ante el porvenir. Ahí, donde la fiaca vuelve costoso el levantarse, alzó su cuerpo y se dirigió a la calle, donde caminaba ido de sí, cuando apenas reproducía unos movimientos para comprar un diario y un jugo, dos negros aparecen y forcejean con él, haciéndole expreso que su muerte estaba sentenciada. Sin ganas de vivir, y no obstante, dando todo su esfuerzo por sobrevivir, su cuerpo luchaba con toda fuerza, no dejando un milimetro más de posibilidad al destino que lleva bajo tierra. En la camilla, en el hospital, era encantador verlo recuperar el ánimo. Aunque probablemente se trata de un alivio circunstancial, que con unas cuantas semanas de erosión, se hace a un lado y el desánimo retorna. Nada cambia si aquello que debe ser modificado, sigue igual. Pero nunca se sabe muy bien qué es lo que se debe cambiar. La muerte, sigue siendo un ultimátum.

Y todas las que acaecen, siguen siendo sólo noticias ajenas.

sábado, 25 de julio de 2009

Egberto Gismonti

Dança dos Escravos





Fukuoka, 1991

jueves, 23 de julio de 2009

Axolotl

miércoles, 22 de julio de 2009

El tímido



Proyecto Sanluca

lunes, 20 de julio de 2009

Al momento

no es estar solo,
es estar con alguien;
no con alguna [persona] cualquiera,
tampoco con alguien personal.
una que guste de que los ojos
no instiguen el encuentro
que siempre tienta a surgir.

quien mira
inocente.
y se sonríe.

sábado, 18 de julio de 2009

Intermedio

Ponele punto y aparte (para que no retorne).
Esa es la mejor ley de la escritura, la más falsable, la más alentadora.
Escribo para recordármelo, "ponele punto y aparte", así cuando llegue, me olvido.

El silencio no rebalza la calma, y yo sonrío.

sábado, 11 de julio de 2009

¿Qué significan los ideales ascéticos?

7

Guardémonos de poner en seguida rostros lúgubres al oír la palabra «tortura»: precisamente en este caso es bastante lo que hay que descontar, lo que hay que restar, .. queda incluso algo de qué reír. Ante todo no infravaloremos la circunstancia de que Schopenhauer, que de hecho trata como a un enemigo personal a la sexualidad (incluido su instrumento, la mujer, ese instrumentum diaboli [instrumento del diablo] ), necesitaba enemigos para conservar su buen humor; de que le gustaban las palabras furibundas, biliosas, verdinegras; de que se encolerizaba por el gusto de encolerizarse, por pasión; de que habría enfermado, se habría vuelto pesimista (–– pues no lo era, aunque lo deseaba mucho), sin sus enemigos, sin Hegel, la mujer, la sensualidad, y toda la voluntad de existir, de quedarse. De lo contrario, Schopenhauer no se hubiera quedado, sobre esto se puede apostar, habría escapado: pero sus enemigos le tenían sujeto, sus enemigos le seducían una y otra vez a existir, su cólera era para él, al igual que para los cínicos de la Antigüedad, su bálsamo, su alivio, su recompensa, su remedium contra la náusea, su felicidad.


F. Nietzsche, La genealogía de la moral

viernes, 10 de julio de 2009

Los ojos del poder

domingo, 5 de julio de 2009

Extirpación Nro 12

¡Tened coraje de oler vuestras propias miserias!
Con tal que éstas no por perfumadas, os justifiquen un porvenir miserable.

¡Tened orgullo de contemplar sin miramientos, el hundimiento mismo debajo de vuestros pies!
Sin que luego podáis asumir una inercia que, sin gravedad, os permita una eternidad que no os realiza.

¡Tened abundancia de derrochar sollozos cuando se acaba la mamadera, y la patria de la infancia hace tiempo que os quede lejos!
No sea que estéis llorones y os maquilléis las mejillas con pomposa elegancia, o bien, os refugiéis en la circunstancia de estar justificado por pelar una cebolla.

¡Tened valentía de reír sin que eso os impida unas cuantas lágrimas!
Sabiendo que vuestro mundo reúne un sinfín de hipócritas impotentes ante el sentido originario de la ambivalencia afectiva, del que no estáis excluídos.

¡Tened burla de odiar a quien no se odia!
Acaso con el fin, llegue el día en que vuestro enemigo sea vuestro mejor amado.

¡Tened locura de amar a quien no os pidió ser amado!

O que vuestra individualidad acobardada se quede con unos pobres fuegos fatuos que no os alimenta la vida y sólo os la consumen por el ciego hábito, vuestro y ajeno.


¡Tened orgullo de morir viviendo!

Que vuestra vida no se realice en una lista de tareas de vuestro prójimo invisible.

¡Tened alegría de vivir muriendo!
Que vuestra muerte no se lleve la porción más miserable de vuestra vida.

viernes, 3 de julio de 2009

El último respiro del salmón

Para qué se le ocurre a ese animal volver al punto de origen, es una pregunta torpe que se puede hacer cualquier humano insensible en su ociosa vida de placeres. Para qué dejarse morir en una cama de hospital como si se tratara de una siesta más, podría replicar el salmón, en su privación de habla y de pulmones, al torpe individuo que sólo habla para creer que con hacer nada, hace algo al hablar. También podría ser en favor del salmón, espiar un poquito a ese hombrecillo, y descubriremos seguramente que vive como si se tratara de esa cama en la que morirá, andando por andar, creyendo que entreteniéndose, por estar con las comisuras de los labios ascendentes, ha conquistado la felicidad. Pero apenas se tratará de consuelos, puras migajas, y la fuerza de esa mentira será tan grande como su ingenuidad.
El salmón en cambio, reconoce su edipo, el salmón asume su destino en su tragedia, porque somos nosotros, quienes hablamos, los que decimos que el salmón retorna al origen. Él simplemente marcha, contra el curso del río, hacia algún sitio. Pero a todos nos asusta un movimiento que parece atentar contra el inicio de una historia.
No, queridos humanos, no es un segundo comienzo, no se trata de una repetición de la vida, tampoco se trata de morir en el origen, como algunos creen. De lo que se trata es de encontrar un paraje tan distinto, tan diferente y extraño, como familiar nos pueda resultar.

Por eso el hombre se consuela con las millas, con un pasaporte, con un vuelo. Pero la figura romántica del viajero, se olvidan estos inocentes, ha quedado catapultada en el siglo xix. Es verdad, tampoco hay droga o anestesia alguna que concilie la extravagancia de la vivencia con la rutina, eso también es mediocre.

La vida honesta es aquella que viaja sin un artificio como medio.
Yo mismo aquí, soy un piloto en su navio.
La vida honesta es un destino que nos queda lejos.