miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿En qué medida?

En qué medida la sociedad puede reconocer verdaderamente su autocreación en su institución, reconocerse como instituyente, autoinstituirse explícitamente y superar la autoperpetuación de lo instituido y mostrarse capaz de retomarlo y de transformarlo de acuerdo con sus exigencias propias y no de acuerdo con la inercia de aquél, de reconocerse como fuente de su propia alteridad. He aquí las cuestiones, la cuestión de la revolución que no sólo supera las fronteras de lo teorizable, sino que se colocan de entrada en otro terreno. Si lo que decimos tiene algún sentido, este terreno es el terreno propio de la creatividad de la historia.



Cornelius Castoriadis, La institución imaginaria, pp. 342.