Ponele punto y aparte (para que no retorne).
Esa es la mejor ley de la escritura, la más falsable, la más alentadora.
Escribo para recordármelo, "ponele punto y aparte", así cuando llegue, me olvido.
El silencio no rebalza la calma, y yo sonrío.
Esa es la mejor ley de la escritura, la más falsable, la más alentadora.
Escribo para recordármelo, "ponele punto y aparte", así cuando llegue, me olvido.
El silencio no rebalza la calma, y yo sonrío.