viernes, 25 de julio de 2008

El principio



Dos griegos están conversando: Sócrates acaso y Parménides.
Conviene que no sepamos nunca sus nombres; la historia, así, será más misteriosa y más tranquila.
El tema del diálogo es abstracto. Aluden a veces a mitos, de los que ambos descreen.
Las razones que alegan pueden abundar en falacias y no dan con un fin.
No polemizan. Y no quieren persuadir ni ser persuadidos, no piensan en ganar o en perder.
Están de acuerdo en una sola cosa; saben que la discusión es el no imposible camino para llegar a una verdad.
Libres del mito y de la metáfora, piensan o tratan de pensar.
No sabremos nunca sus nombres.
Esta conversación de dos desconocidos en un lugar de Grecia es el hecho capital de la Historia.
Han olvidado la plegaria y la magia.

J. L. Borges, Atlas, 1984.

1 comentario:

Giacomo dijo...

Borges siempre me sorprende, es imcreible que su universo de simplicidad matematica, se mezcle tan exquisitamente con los hechos sociales y cotidianos, todo adquiere un aura diferente cuando leo a Borges, y así, mis manos y mi teclado me parecen odiosamente repetidos, en los siglos, universos paralelos, escenerios ojos, y en tantas situaciones que me siento otro y el mismo